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LA ICONICIDAD DEL RETRATO

      

Normalmente llamamos «iconicidad» al grado de similitud o parecido entre una imagen y la realidad. Digamos que, cuanto más se parece con lo que representa, más iconicidad puede tener una imagen. Se define así en el mundo artístico y también se refiere la facilidad para identificar un concepto con la realidad. 

 

En este artículo vengo a comentaros otra parte de lo que yo considero «iconicidad» y de cómo sacarle el mayor partido en Fotografía, también a intercambiar con vosotros vivencias sobre este tema.

 

Si salimos de la definición, y nos centramos un poco más en lo que en el mundo de a pie consideramos icónico, podemos encontrar imágenes que han perdurado a lo largo de los años en nuestra mente, como fotografías relevantes en blanco y negro dónde encontramos miradas húmedas y penetrantes, llantos, dolor y alegría en una sola imagen. Haciendo memoria recordarás más de una, y de dos.

¿Cómo conseguir iconicidad en un retrato?

¿Está vinculada la iconicidad con perdurar en el tiempo?

Pues sin más dilación, tendremos que hacer un viaje al interior del modelo, sin pedir mucho permiso, para encontrarle el alma al desnudo, después perdonarán la intrusión, no os preocupéis. Lo mejor es conseguir que su mirada coincida con el objetivo de la cámara ¡y ojo!, que a veces se mira sin mirar. Tendremos que estar en un ambiente relajado y en confianza. Estar a gusto modelo y fotógrafo, para crear esa unión que no dura más de unos minutos, pero que es lo suficientemente intensa. 

 

Si alguien se siente cómodo contigo, ya tienes un pie dentro de la mariposa de su psique, y podemos actuar. La persona fotografiada, al final, agradece de sobremanera que te adentres en él. Así, se puede ver reflejado en una imagen que captará algo más allá de su vida terrenal. Algo que quizás hable de guerras futuras y ecos del pasado, los fotógrafos tenemos la capacidad de colarnos ahí dentro y pasar buenos ratos, así que hay que aprovecharlo. 

Un fotógrafo sabe que sólo mirando dentro del alma del modelo, encontraremos quién es. Si le han robado las noches o le dieron un beso traidor. Entonces ahí sabremos su grado de iconicidad. Porque de eso os hablo, del grado de iconicidad de una persona, y todos lo tenemos… Sólo basta un entorno cotidiano, a veces un cigarrillo, una charla, una frase… y, de repente, lo descubres.  

 

Esto pasa sobretodo, con las fotografías de personajes famosos. A veces las mejores nos son las de la promoción de una película… Si no las más naturales, las que se salen un poco de lo normal en el ámbito en el que suele estar esta persona. Hay cientos que recordarás.

Algo que también podemos hacer, es convertir a una persona anónima en un icon. Nos basta con sacar toda la fuerza que pueda desprender, que te cuente sus ambiciones en la vida y si no las tienes, se las creamos nosotros. Pregúntale a quién le deben una canción, a quién dejaron marchar y qué es lo que más aman de este mundo.

 

Ahora miran diferente a la cámara, porque ya están al descubierto… y la escala de grises ya tiene el suficiente contraste como para rematarlo.

Hace algunos años, hice un proyecto llamado “Rock&Roll”, simplemente se basó en retratar muchachos y ‘bandarras’ de la noche de Malasaña, el barrio ‘rockero’ de Madrid. Ya no podían darte su corazón, irían donde quisieran sus botas. Y todos apostando por su derrota. Uno de ellos nunca miraba fijamente a los ojos cuando hablaba, por timidez o desinterés; sólo lo hizo cuando le apunte con la Nikon. ¡Qué suerte la mía!

 

 

Iconicidad, ¿similitud con la realidad?, tal vez… la realidad de tu voz interior.

 

https://www.facebook.com/Irenedelrealphotography/

 

 

2 Comments

  • Almudena Hernández Martínez
    Posted diciembre 21, 2017 at 9:07 am

    El artículo de Irene del Real me ha parecido increíble, describe al igual de bien como si de una fotografía se tratara, esa complicidad ese fotógraf@ y modelo, y lo que realmente se quiere transmitir. Como ella dice, «Dejarlo al descubierto» y ella logra hacerlo.

    • Irene
      Posted diciembre 22, 2017 at 7:10 am

      Muchísimas gracias 🙂

Comments are closed.