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Entre flores y fotos, una grata experiencia!

Hace unas semanas, solicitamos que nos enviaran un texto con alguna experiencia, anécdota, historia o tema referente a la fotografía y tuvimos respuesta de ello, aquí les dejamos la historia de Claudia Alcalá, quien nos relata su experiencia en el «Festival de Flores y Jardines».

…Era el último día del Tercer Festival de Flores y Jardines de la Ciudad de México, exposición de flores que se realiza en una de las colonias más populares de la Ciudad de México: Polanco y que reúne un gran número de paisajistas, jardineros, artistas, arquitectos y otros expertos… y no quería dejar pasar la oportunidad de asistir para observar las fachadas de las tiendas – todas ellas comercios y boutiques – y de paso tomarme unas fotos en algunas de ellas.

Acudí con mi hijo (Bruno) y mi esposo (Julio) y entonces, la travesía estuvo un poco interesante, porque yo estaba muy emocionada por ver algo diferente, sin embargo a Bruno se le hizo tedioso el recorrido.
Hubo mucha creatividad en los diseños florales; podías encontrar desde abejas y panales hasta diferentes tipos de insectos y pájaros, todos ellos gigantes y coloridos. Los podías admirar tanto en las fachadas, como en las vitrinas de las tiendas ubicadas en la calle Masaryk, en arcos y fuentes de algunos pasajes comerciales y sobre las banquetas y también en los parques Lincoln y Uruguay.


 

Durante el recorrido se podía observar a las parejas y familias, todos asombrados con las figuras porque a lo lejos ¡no parecían que fuesen de flores!.

El tiempo transcurría y el sol ya amenazaba con ocultarse, mientras, le pedía a Julio que me tomara fotos desde diferentes ángulos, pero Bruno nos interrumpía, diciendo que ya se quería ir.

¿Qué hacía? ¿Nos íbamos en ese momento o aprovechaba los últimos minutos del sol? Sentía presión porque tampoco quería que Bruno estuviera a la fuerza, además, cada que avanzábamos, más gente se reunía para tomarse fotos y tener un recuerdo de ese paseo. En ese momento pensé en millonésimas de segundos, el por qué fuimos el último día.

 

 

Pues sí, continuamos con el trayecto, con la promesa de que acabaríamos pronto ¡y en efecto así fue! porque la noche llegó más rápido de lo esperado (con todo y que ese día fue el cambio de horario, y “ganamos” una hora más de luz del sol) y debido a que era el último día del festival, ya estaban retirando los adornos.

¿Alguna fachada que me haya gustado? Huy sí, ¡varias!, pero en sí lo que más me gustó fue ver la diversidad de flores que había, de colores, de tamaños y las figuras que lograron hacer todo este equipo de personas. Sinceramente no quería perderme este paseo porque supe que en esta ocasión se sumaron más locales que el año pasado y que por cada local se utilizan aproximadamente 10 mil flores, ahora imagínense en toda una Avenida.

Mis fotos no salieron nada profesionales, entre que fueron tomadas con el celular, el estar al pendiente de un niño de seis años que no saliera corriendo, el que no pasaran personas justo cuando se tomaba la foto, las sombras que aparecían, las luces de las fachadas, si subía los brazos, si subía la pierna, jajajaja. Fue una agradable experiencia y contenta por tener un recuerdo de ese paseo y agradecida con mi esposo mil veces, por su paciencia, por disparar cien veces al misma fondo, sugerir poses, por cuidar al niño, ¡por todo! y sí, ¡seguro que estaré haciendo nuevamente el recorrido el siguiente año!

Claudia Alcalá».