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ENTREVISTA A PERLA SALAS, UNA SOBREVIVIENTE DEL CÁNCER

Cada año son diagnosticadas aproximadamente 23 mil mujeres con cáncer de mama.

Perla es fotógrafa de Bodas y un día su vida dió un giro inesperado que le hizo ver la vida desde otra perspectiva y en unas lineas nos comparte todas las vicisitudes por las que tuvo que pasar y hoy, nos relata su trayecto por esta terrible enfermedad  que no distingue genero, edad o nivel social. 

Mi nombre es Perla Salas tengo 38 Años y soy fotógrafa de Bodas.

img_2613El año pasado tras una cirugía urgente de vesícula, me dieron una noticia que cambió radicalmente mi vida, tenía “cáncer”, y así,  las cosas cotidianas tomaron una fuerza impresionante, cosas tan simples como ver el sol cada mañana o la sonrisa de mi hijo, tomaron un sentido en mi día a día dándole un valor incalculable.

Recuerdo aquel 9 de diciembre del año pasado, entré al quirófano pensando positivamente,  pues mi oncólogo, quien me había realizado análisis extenuantes, daba un diagnostico favorable, ya que por mi edad, no creía que yo fuera candidata para tener dicha enfermedad, pero eso no lo sabría ni él, ni yo hasta el momento de la cirugía, al retirar el tumor lo enviaron en ese preciso momento a analizarlo con un patólogo quien determina el diagnostico final y para mi desventura el diagnostico salió positivo era CÁNCER.

img_0813Los primeros momentos fueron una combinación de sentimientos: duda, incredulidad, rabia, sorpresa, impotencia, evasión, negación, rebeldía. Sentí que era una película de terror, una completa pesadilla y en la cual, yo era la protagonista. Mi corazón latía a mil por hora y mis piernas se negaban a sostenerme en pie. Sentía como mis sueños se desvanecían y mi vida pendía de un hilo.

La palabra MIEDO,  invadió mis días posteriores a la  lipectomía  (cirugía conservadora de la mama). Comencé a preguntarme ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Cómo fue que esto me pasó? ¿Qué lo ocasionó realmente? ¿En qué he fallado?… siguieron así, las preguntas y las dudas Yo que pensé que estas cosas solo les pasaban a los demás.

Recuerdo muy bien que no dormí  en toda la noche, me sentía como fuera de mí, no sabía que íbamos a hacer con todo esto, ¿Cómo lo pagaríamos? ¿acaso dejaría sola a mi familia? si yo era su pilar, su fortaleza y  pensaba tantas y tantas cosas, todo agolpándose en mi mente y en mi corazón, las dudas y preocupaciones se clavaban como clavos de acero que dolían, y mi madre se quedó a mi lado todo el tiempo, llore tanto que no podía detener mis lágrimas. No creo que algo me dolería tanto, como el hecho de pensar dejar solo a mi hijo.

img_0804El cáncer llega inesperadamente, toca tu puerta, el médico te dice que estás enfermo y en ese instante tu vida se detiene, es como una avalancha de sentimientos que estremecen tu mente, consternación, incredulidad, dolor, angustia, terror…palpitan en ti.

Es como encontrarse en un callejón sin salida, que provoca pánico, te das cuenta de que ese callejón no está afuera de ti, ya no puedes escapar de él, un silencio sordo te cubre por completo, como si un choque de electricidad te golpeara. El cáncer no distingue raza, color, condición social, preferencia, edad, genero, no distingue nada ni a nadie.

Lo puedes recibir con enojo o lo puedes recibir como la oportunidad de recapitular tu vida, es como el aprendizaje que transformará tu vida y la vida de quienes están a tu alrededor.

Al saber mi resultado de la cirugía y me enviaron inmediatamente a una asociación llamada Centro Oncológico Internacional (COI)  y a los 3 días ya me estaban esperando para iniciar un largo tratamiento de quimioterapias y radiaciones.  Llegamos al hospital, un respiro de paz y tranquilidad llegaba porque al ser auto empleada como lo somos la mayoría de las fotógrafas, no contamos con servicios médicos ya que nunca contemplamos ocupar del seguro, y a pesar de ser uno de los hospitales más lujosos y costosos no me costaría ni un centavo.

Y así iniciaron mis quimioterapias, entré con mucho pánico por todo lo que te dicen, que es de agresivo, el pensar que no podría trabajar me angustiaba, pero había que tomar al toro por los cuernos y sacar ese carácter por el amor a mi vida y a mi familia.

 El color de mi piel cambiaba, se tornaba gris  unas ojeras enormes y con un sueño que parecía no haber dormido en días,  aun así Dios me dio la fuerza necesaria para salir de ahí de pie, los días próximos mi madre y mi hijo me consentían con mi alimentación y con su amor, el cual   fue mi mejor medicina,

A mi segunda quimio, tenía que despedir a mi cabello, y lo hice, mi hijo rapó mi cabeza, hubo un impacto emocional en mí al verme sin cabello, sin cejas, sin pestañas, teniendo que utilizar una peluca para tratar de seguir con mi vida “normal”, pero aun así, sentía que ya no tenía fuerzas, sentí discriminación laboral y social, no quería estar enferma, esperaba demasiado de algunas personas que nunca se acercaron, me sentí como un leproso al que nadie quería y la depresión y el insomnio tomaban el control de mi vida

Así, entre altibajos, comenzaba un nuevo reto por superar: las radiaciones, 30 en total durante mes y medio, acudíamos diariamente a que un rayo me quemara las células que pudieran haber quedado, al principio parecía que nada pasaba, pero al llegar a la última semana mi cansancio y quemaduras del cuerpo eran evidentes, quise tirar la toalla y la desesperación apareció. Días y noches de dolor y desconsuelo, pero todo termina y esto también terminó; solo quedaba descansar y recuperarme para volver a empezar.

img_1353Los estudios que revelarían si el tratamiento había tenido éxito llegaron el 8 de noviembre y me darían la feliz confirmación de entrar en una nueva etapa de “Remisión” esto significa que ya terminó todo.

Yo aprendí que el cáncer es la enfermedad de la vida. Pareciera una broma de mal gusto, un error en el teclado o quizá un atrevimiento de mi parte al afirmar esto, pero en realidad, nos ayuda a ver y sentir lo que es vivir, despertamos a la vida, amando lo  importante y valorando cada momento y a cada persona que nos apoya incondicionalmente.

img_1434Hoy, estoy agradecida con Dios y la vida por permitirme vivir esta experiencia tan enriquecedora que me ha llevado a convertirme en un ser humano más compasivo, mas amoroso, viviendo el presente minuto a minuto, sin apegos del pasado  y sin expectativas del futuro. Siento que volví a nacer y que soy una persona diferente por dentro y por fuera.

 Ahora me ocuparé de mí, voy a comenzar de nuevo y quiero correr, quiero ser feliz, quiero reír, quiero bailar, quiero disfrutar, quiero sentir, lo quiero todo para mí.

Voy a vivir!!

Perla Salas

Prevenir es la clave, actuar la solución, realízate tus estudios de detección oportuna de cáncer cada año, no lo dejes para mañana, porque mañana podría ser demasiado tarde.

Yadi López

 

1 Comment

  • Polo Diaz
    Posted diciembre 21, 2016 at 4:48 am

    Bendita Perlita. Que tú experiencia sea un ejemplo de valor.

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