Skip to content Skip to footer

SER FOTOGRAFA Y ESTAR EMBARAZADA!

Recuerdo el primer pensamiento que vino a mi cabeza cuando me enteré que estaba embarazada: ¿Cuando nacerá? ¿Tengo alguna boda agendada para esas fechas? ¡Oh por Dios! ¿Tengo que avisarles a mis clientes?

Para mi fortuna, no tenía ninguna boda que coincidiera con la fecha probable de parto, así que lo siguiente que vino a mi mente fue: ¿Cuándo podré volver a trabajar? ¿Cuánto tiempo tengo que dejar para dedicarme a mi bebé? ¿Los novios dejarán de contratarme si les digo que estoy embarazada?

En instantes, miles de dudas y miedos me invadieron, y es que siendo fotógrafa independiente, me quedaba claro que si dejaba de trabajar o me tomaba un “permiso por maternidad” nadie me pagaría “incapacidad” así que tenía que planear las cosas para estar tranquila y al mismo tiempo, disfrutar a mi bebé sin dejar de lado lo que más me gusta: hacer fotografía.

Era sencillo, sólo tenía que equilibrar mi vida, organizarme y establecer prioridades… ciertamente sonaba más simple de lo que en realidad fue.

El embarazo marca el principio de la maternidad en tu vida. El ser madre es un título que te acompañará por siempre, y que indudablemente viene a revolucionar tu vida de maneras que no imaginas.

La vida como la conoces, cambiará. No puedo decirte cómo, sólo te puedo decir que será diferente.

El embarazo te prepara para que vayas poco a poco ajustándote a la idea de ésta nueva vida que llega., sin embargo, el mayor cambio pasa una vez que lo tienes en tus brazos y te das cuenta que esa personita ahora depende de ti.

Cuando me embaracé por primera vez, decidí no hacerlo público de inmediato. Principalmente porque tenía miedo de que algo saliera mal, puesto que los primeros tres meses son críticos en el desarrollo del bebé, y también, porque no creí necesario informar a mis clientes ya que no creí que afectara de ninguna manera mis servicios… sin embargo, la realidad era que tenía cierto miedo. Temía que mis clientes potenciales no me contrataran, o peor aún, que mis clientes me cancelaran debido a mi situación actual.

De manera inconsciente me concentré en los clientes que dejaría de tener durante las fechas en las que estaría “incapacitada”. Recuerdo haber usado mascadas, ropa holgada y grandes abrigos que ocultaban mi vientre para ir a mis citas con posibles clientes.

Me enfoqué tanto en el miedo a que no me contrataran que, ¿adivinen que? No me contrataban! Entré en una especie de círculo vicioso donde tuve muy pocos clientes agendados comparado con lo que estaba acostumbrada.

Alrededor del sexto mes de embarazo (un poco tarde creo yo) me dí cuenta del gran error que estaba cometiendo: Me estaba concentrando en mis miedos y no en pensar positivo. Todo lo que estaba atrayendo hacia mí era negativo, ya sea porque no me contrataban o bien, porque me pedían fechas que no podía cubrir.

En ese momento, decidí dar un giro radical y cambiar la manera en que estaba viendo las cosas. Hice público mi embarazo por medio de una fotografía en Facebook, y ¿saben? ¡Se sintió liberador! Como cuando tienes un gran secreto y de repente sale a la luz liberándote de esa carga.

El hecho de apropiarme de la situación y “salir a la luz” sin miedos y presumir mi embarazo, no sólo me ayudó a sentirme más segura, sino que me empezaron a llegar nuevos clientes!

Después de pensar al respecto, tengo que decir que mis miedos eran mal infundados.

Cuando comencé a escribir este artículo, me encontraba al termino de mi segundo embarazo. Sin embargo, justo por esos días comencé a tener contracciones y finalmente mi hijo nació a los cuatro días de haber cumplido las 39 semanas. Al voltear hacia atrás y analizar todo este tiempo que ha transcurrido desde mi primer embarazo, que fue hace 2 años, y ahora que acaba de terminar el segundo, me doy cuenta que mi plan original de “equilibrar mi vida” y organizarme para que todo fuera miel sobre hojuelas resultó ser más difícil de lo que pensé. 

Después de mi primer embarazo, la maternidad llegó a mí como un hermoso terremoto que me movió todo! Me hizo re-descubrir un nuevo y verdadero valor de las cosas, de encontrarme con una nueva forma suprema de amor y de darme cuenta de lo hermosos que son esos pequeños momentos que la vida te regala. Me sensibilizó muchísimo y me enamoré perdidamente de mi hijo, tan así que viví mi primer año como mamá muy intenso, completamente ensimismada en la labor de ser madre.

Me costó mucho trabajo “reiniciar” mis labores como fotógrafa de bodas, sentí como si hubieran pasado décadas… como cuando te vas de viaje, dejas a tus amigos y a tu regreso descubres que todos siguieron con sus vidas y te olvidaron.

Parecía que siete años en el gremio tratando de posicionarme no habían sido suficientes para permanecer en el mercado.

Tuve que empezar de cero, y volví a tocar puertas. Ha sido un proceso duro, me he dado cuenta que sin importar qué tantos talleres hayas tomado, o qué tan experimentado seas, la fotografía como negocio, es algo muy dinámico en el que no puedes darte el lujo de desaparecer o tomar vacaciones. Tienes que estar siempre al día, publicando, haciendo ruido, para que la gente siga viendo que existes.

He aquí algunas ideas que comparto contigo para que no te pase lo que a mí y puedas disfrutar al máximo tu embarazo.

  1. Ten en cuenta que a pesar de que el embarazo dura aproximadamente cuarenta semanas, no durante todo el tiempo vas a sentirte en óptimas condiciones para trabajar, cada trimestre tiene lo suyo, desde las náuseas o los ascos, hasta un cansancio infinito. Mi consejo siempre será que te empapes de todo el tema. Investiga y aprende sobre cada etapa de la gestación. Recuerda que la información es poder y el saber qué te espera, o si es normal lo que estás experimentando, te dará los elementos para tomar mejores decisiones y estar más tranquila.
  1. Trata de no sentirte abrumada, y organízate para que no te “agarren las prisas”. La llegada de un bebé requiere de ciertos acomodos en tu vida personal y también laboral. Procura tener todo listo antes del inicio del tercer trimestre, que es cuando físicamente tu existencia se volverá cada vez más pesada.
  1. Avisa a tus clientes de tu situación para que estén al tanto y sepan que te tomarás un tiempo por la llegada de tu bebé.
  1. Procura dejar cuarenta días libres después del nacimiento de tu bebé para darle oportunidad a tu cuerpo de que se recupere y también para conocer y disfrutar a tu nene al máximo. Puedes agendar citas y estudios después de este periodo para continuar con tu trabajo habitual.
  1. ¡Pide ayuda! En estos tiempos todas somos mujeres maravilla que lo queremos hacer y controlar todo para que salga a la perfección. Pero créeme, esto solo genera estrés y frustraciones; aprende a delegar y a pedir ayuda, hay mucha gente a tu alrededor dispuesta a echarte una mano.
  1. Elabora un plan para no “desaparecer” de las redes sociales mientras estés de “vacaciones” por tu embarazo., ya sea que programes tus publicaciones con anticipación, o bien que delegues a un social manager este asunto, el objetivo principal es que no pierdas visibilidad en tu escaparate laboral, mientras estás disfrutando (o sobreviviendo… jeje) los últimos días de tu embarazo.
  1. No tengas miedo de lo que vendrá, si hay alguien que no te contrata porque estás embarazada, probablemente esa persona no era tu cliente ideal.
  1. Si aún no has tomado fotos de embarazo, esta es una excelente oportunidad para explorar ese mundo. Conecta con ese lado maternal recién llegado a ti, y haz nuevas cosas que te inspiren! El embarazo y en sí la maternidad, abrirá una puerta que llenará tu vida de nuevas experiencias, sentimientos y sensaciones que son dignas de aprovecharse. Úsalas a tu favor!
  1. Nunca está de más decir que es importante cuidar tu salud, comer saludable, hacer ejercicio y descansar. No trates de levantar cosas pesadas, cuídate ahora más que nunca. El trabajo es importante, sin embargo, no te extralimites ya que puedes hacerte daño a ti y a tu bebé. Aunque no te sientas embarazada, ese pequeño ser, ya está ahí, y absolutamente todo lo que hagas desde el día uno, cuenta.
  1. Tómate muchas fotos! Haz selfies del progreso del embarazo y cuanta foto se te ocurra, cuando ya haya pasado, verás con alegría y nostalgia todo este hermoso proceso vivido.

 

  Y ante todo, no tengas miedo! Confía en tí y en el enorme poder que llevas dentro. Escucha a tu corazón y ¡déjate llevar! No dejes que tus temores decidan por ti. Si mueres por gritarlo a los cuatro vientos, ¡hazlo! Si prefieres vivirlo sólo en familia y decirle sólo a unos cuantos, ¡también es válido! Lo importante es que tú te sientas segura y a gusto. Goza, presume tu panza, duerme hasta tarde, vive cada día al máximo. La vida y sobre todo tu embarazo son muy cortos como para no disfrutar intensamente cada instante.

1 Comment

  • Patricia Ramírez
    Posted marzo 14, 2017 at 12:04 pm

    Cierto. Ser mamá y free lance es una gran aventura. Gracias por compartir.

Comments are closed.