Cuando hablamos de intercambio en fotografía o TFCD (time for CD) nos referimos a una sesión en la que no se paga a nadie, ni a la fotógrafa, ni a la modelo y puede que se agreguen maquillador, estilista e incluso, por ejemplo, diseñador. La intención es que todos obtengan beneficio de esta sesión, cada uno para su portafolio o muestra de trabajo. Centrándonos en quienes nos dedicamos a la fotografía, debemos considerar si vale la pena o no hacer estos intercambios y cómo hacerlos. Sobre todo, porque suele suceder que, si no tenemos mucho cuidado, podemos ser los menos beneficiados.
Es muy común que nos contacten, nos propongan o pensemos en realizar un intercambio, sobre todo cuando queremos trabajar para nuestro portafolio. Pero el problema surge cuando alguno de los integrantes no comprende que la idea es que todos se deben beneficiar y asumen que obtendrán “gratis” las fotos que necesitan: la modelo querrá un book o fotos específicas, el maquillador querrá close ups de cada cambio de maquillaje al igual que el estilista, y el diseñador fotos donde luzca el vestido, etc. Mientras más personas involucradas más compromisos tendrás como fotógrafo, incluso lo más probable es que además tendrás que ser muy versátil porque lo común es que todos tengan una idea distinta de lo que obtendrán al final: fashion, glamour, retratos naturales, beauty, etc. Por lo tanto es probable que termines trabajando para todos excepto para ti, incluso cuando el intercambio es solamente con la modelo puedes enfrentarte a varios problemas de este tipo.
Otras situaciones comunes que suelen suceder si no se tienen claros los términos del intercambio son que al final la modelo decida que no quiere que se muestren las fotos o algunas de ellas, sin que puedas hacer nada al respecto; que le sirva el trabajo a uno sólo o a algunos de los integrantes y los demás queden descontentos; que alguno de los integrantes haga mal uso, venda las fotos o las exponga de alguna manera en que los demás no estén de acuerdo; que quede sin crédito, manipulen tu trabajo, etc, etc.
Por eso hablar de intercambios suele ser un dolor de cabeza para los fotógrafos, sobre todo si vas empezando y no tomas en cuenta cómo hacerlos para no llevarte sorpresas desagradables. Lo primero que hay que tener muy claro es ¿cuándo debo pagar y cuándo me pagan? La respuesta es sencilla, si estoy haciendo fotos para alguien más me debe pagar, no importa si voy empezando o no. Desde mi punto de vista, no debemos tomar este tipo de fotos como práctica, porque lo único que hacemos es regalar nuestro trabajo y denigrar el trabajo de quienes sí pretendemos vivir de la fotografía de manera digna. Cuando aceptamos hacer fotos para alguien más (modelo, amiga, maquillador, estilista o diseñador, etc) debemos tener muy claro que estamos trabajando gratis y haciendo un “favor” para obtener fotos que, aunque nos pueden llegar a servir de portafolio, son para esa persona que necesita ciertas fotos y debería pagarnos.
Cuando alguien te propone intercambio diciendo que te hará publicidad, te pondrá en sus redes, te prestará su diseño o trabajo para que tú lo aproveches, toma en cuenta que si le estás dando valor al trabajo de la otra persona, también esa persona debería valorar tu trabajo, tiempo, equipo y conocimiento. Como decía, incluso si vas empezando es importante que te valoren, valorarte tú mismo y valorar el trabajo de todos: (fotógrafos, maquilladores, modelos y diseñadores o personas involucradas), porque cuando aceptas regalar tu trabajo no sólo te perjudicas a ti, sino a todos los que nos dedicamos a la foto. Toma en cuenta siempre que no es lo mismo regalar que hacer un intercambio, existen diferencias. Nadie entra a una tienda de ropa y propone usar un vestido para usarlo y poner la marca o tienda donde lo compró, igualmente no debería de existir proponer a un creativo lo mismo. Si vas empezando cobra poco, incluso a familiares o amigos ofrece tu trabajo tomando en cuenta tu equipo, experiencia, conocimientos y tiempo. Y si vas a regalar tu trabajo ten claro que lo haces para esa persona y no esperes nada a cambio de ese regalo, toma en cuenta que esa persona a la que regalas la sesión será la dueña de las fotos y se trata de darle gusto, no tendrá la obligación de darte nada a cambio.
Desde mi punto de vista, idealmente los fotógrafos podemos y debemos armar portafolio de dos formas: con clientes, o invirtiendo. La primer forma nos permite que conforme vamos trabajando, vamos teniendo muestras.
Ahora, la otro forma de armar portafolio invirtiendo me lleva a la siguiente pregunta que hay que aclarar ¿cuándo debo pagar? La respuesta también es sencilla, justo cuando quiero invertir en mí, en mis prácticas, en mis propios proyectos o en mi portafolio. La gran diferencia es que, en este caso, yo tengo claro que trabajo para mí y no para complacer a alguien más. Lo ideal es que cuando invertimos, paguemos a la modelo, la ropa, el maquillado.Es importante como decía, valorar nuestro trabajo, pero también es importante valorar el trabajo de los demás. Ahora, aunque lo ideal es pagar monetariamente, y me parece que es lo más justo y menos problemático, aquí sí que puede entrar el tema de un intercambio, siempre y cuando sea un intercambio equitativo y sobre todo muy claro.
Hay muchas ventajas al invertir en efectivo en tu portafolio, en primer lugar, eres tú quien selecciona la modelo y al pagarle y firmar un model release, no tendrás el compromiso de entregarle el trabajo, así que podrás mostrarlo como y cuando quieras. Lo podrás usar para una exposición, para vender, para portafolio o publicidad. Lo que sí es importante, es poner por escrito las especificaciones. Toma en cuenta que hay modelos que esperan que les des las fotos, pero si les pagas, no tiene por qué ser así. Especifica siempre por escrito todos los detalles para cualquier tipo de sesión y ten siempre un model release (contrato en donde la/el modelo te cede los derechos de su imagen) para que no tengas problemas. Será lo mismo con todos los demás involucrados de tu sesión. Si pagas: maquillador, estilista, etc, les pagarás para que realicen tu idea o ideas y lo que a ti te sirve, el compromiso será de ellos contigo. Ya dependería de ti si les quisieras entregar las fotos, pero no tienes la obligación. Igualmente especifica con un contrato el servicio que estás pagando y lo que esperas y el uso final de las fotos. Así tendrás completamente el control de la sesión y el único compromiso que tendrás será contigo mismo. También al pagar tendrás menos presión, comprometes a los demás y reduces la posibilidad de que sean informales, lo que en un intercambio podría pasar. El resultado de la sesión será un proyecto o portafolio mucho más personal que en un intercambio. Yo te recomiendo que si puedes pagar lo hagas, y no por ahorrar termines en problemas, en este tema suele aplicar el dicho de que lo barato sale caro.
Es diferente y preferible también una alianza en donde te paguen una parte con servicio. Por ejemplo, si un maquillador te pide fotos para su portafolio y a cambio te paga un porcentaje o el total con servicio, entonces no estás trabajando gratis, el pago sería el servicio que te ofrece. Otro ejemplo sería si un diseñador te pide una sesión a cambio del equivalente de tu trabajo o un porcentaje en una prenda, por ejemplo. Igualmente, al revés, le podrías pagar a la modelo con servicio. En cualquier caso, ya dependería de ti si aceptas y consideras justo ese pago o si estás dispuesto a trabajar otra sesión para pagar. Yo te sugiero que no intentes pagar a la modelo con las mismas fotos de tu sesión o proyecto, si es el caso, mejor haz una sesión para ella que le sirva y otro día, hacer las fotos de tu proyecto y que sean únicamente tuyas y no las queme, ni modifique o ponga condiciones, así también garantizas que a ella le servirán y que las tuyas sean sólo para ti. A menos que estés seguro que el proyecto es justo lo que requieren las dos partes. En cualquier caso, toma en cuenta que es probable que termines trabajando de más para pagar, o trabajando varias veces, una para ti y otras para pagar. Valora si realmente es mejor o no pagar monetariamente. En estas alianzas especifica todo por escrito. Lo importante es tener claro para quién se hace el trabajo: para el fotógrafo o la modelo, diseñador o maquillador.
Ahora, si definitivamente lo que quieres es hacer un intercambio, lo indispensable es redactar un contrato con la mayor claridad posible. Todos deben salir ganando lo mismo, no uno más que los demás. Ojo con quién organiza la sesión, a veces podría ser un posible cliente que lo que quiere es trabajo gratis. Fíjate bien, porque suele ser mucho más beneficioso que tu como fotógrafo organices el intercambio. Especifica bien a qué se compromete cada parte, la finalidad de la sesión de fotos, las fotos a entregar a cada quien, el model release, el uso que se puede dar a las fotos y el que no se puede dar, si llevarán o no crédito, si se podrán modificar, publicar, comercializar, etc. Todos los detalles lo más claro posibles para todas las partes y así evitar confusiones o sorpresas. Es importante lograr que todas las partes queden contentas y ninguno saque más beneficio que otro, tampoco se trata de que uno trabaje más que otro. Los gastos de lugar, props, etc que se requieran, deben ser pagados o gestionados entre todos. De esta manera podrás trabajar en equipo y evitar problemas o descontentos.
Ten cuidado y toma siempre en cuenta que si sientes que estás trabajando un proyecto que sientes ajeno, debería ser pagado. Si quieres hacer tu propio proyecto sin el compromiso de entregar material a nadie más, debes pagar. Y si encuentras un equipo de trabajo donde todos obtengan el mismo beneficio, invierte junto con ellos para ese proyecto tomando en cuenta que la mayor responsabilidad para que todos queden contentos será tuya como fotógrafo.

Licenciada en antropología, fotógrafa autodidacta y empresaria. Obtuvo los premios: Premio Diosa de la Luz categoría Glamour por trayectoria y portafolio, primer lugar en el concurso del Salón de la Foto Guadalajara; reconocimientos del periódico La Unión de Morelos y Mujeres Empresarias como fotógrafa y directora de portadas; tercer lugar en el concurso Temas en Imágenes de la revista Temas Antropológicos de la Universidad de Yucatán. Su trabajo se seleccionó en revistas especializadas de fotografía como Cuartoscuro®, Fotozoom® y PHOTO®. Participó en exposiciones colectivas en México y realizó cuatro individuales, dos en México y dos en Francia. Fue profesora de fotografía de nivel medio y superior y tallerista de retrato fotográfico. Presentó ponencias de antropología social en el INAH. Es coeditora de la revista Consentidos. En 2007 fundó la empresa de servicios fotográficos CF Studio, donde es directora y fotógrafa. Su trabajo actual como artista se enfoca en establecer reflexiones en torno a las relaciones y percepciones humanas desde un punto de vista antropológico.