Se nos educa, en esta sociedad latina sobre todo, con la idea de que las madres, son una especie de súper heroínas que todo lo logran y consiguen. Que no sienten cansancio y abnegadas estarán para atender, servir, cocinar, preparar, doblar, guardar, ordenar y más. A esto, hoy en día hay que sumarle que también son proveedoras y, según el rol que se tenga en la familia, sostén de un hogar.
Algo así me sentía yo, quizás no tan abnegada como mi abuela pero definitivo me sentía una súper heroína capaz de soportar todo y sobrevivir a todo, sin embargo, hace unas semanas, enfermé y me di cuenta de que sigo siendo sólo una mortal.
Soy mamá soltera, no tengo hermanos, mi papá falleció y mi mamá estaba fuera del país y ahí estaba yo a mitad de la noche con una aguja en la vena y un coctel de analgésicos que se mezclaba directamente con mi torrente sanguíneo. Después de varias horas de estarme quejando del dolor, mi vecina y amiga me llevó a regañadientes al hospital y mi hija se quedó segura con una tía mía donde pasó la noche. Sin embargo la preocupación seguía, mi tía tendría que ir a trabajar al día siguiente y entonces ¿qué haría si me quedaba internada? Peor aún, acababa de tener un conflicto que me había dejado prácticamente sin dinero y no era mayor problema porque podía trabajar, pero estando enferma la cosa cambia y trabajar no era la mejor opción. Estar en esta situación me hizo pensar en lo que debía haber hecho para evitar este tipo de situaciones que le sumaban estrés a mi salud, así que comparto con ustedes este top 10 de prevenciones y acciones para casos de emergencia:
1.- Fondo de Emergencia
Sé que parece cliché y que todo el mundo nos lo dice, pero es impresionante lo mucho que gastamos en café, cigarros, cine, zapatos, ropa, paseos y demás y no destinamos un pequeño, muy pequeño porcentaje a un ahorro de emergencia. Empieza por poco, algo que no sientas como $50 al mes por ejemplo, en un año tendrás algo y en 5 años será más, no lo uses para nada, ni para la llanta ponchada del auto ni para la gotera del baño, ese fondo es sólo para una emergencia, EMERGENCIA. La idea es que no lo necesites pero… ¿Qué tal que si?
2. Gente de confianza
Si estás sola, si como yo no tienes mucha familia con quien contar, si acabas de mudarte a otra ciudad, o cualquier otra razón ¿Ya sabes dónde dejar a tus hijos? Una cosa es encargarlos un par de horas para salir con tus amigas y otra cosa es tener una base de confianza donde sabes que tus hijos estarán bien, comerán, serán reconfortados y comprendidos, pero sobre todo que no haya una presión de tiempo. Que en caso que tengas que pasar una temporada en el hospital, no tengas la angustia de dónde estarán tus hijos o si la estarán pasando mal. Recuerda que en los peores momentos es cuando se conoce a las personas así que de verdad, busca tu gente de confianza.
3. Gente de confianza
Yo se que así se llama el punto dos pero… ¿tú tienes en quien apoyarte? También necesitas saber que cuentas con alguien que en dado caso pueda hacer guardia en el hospital y compañía o apoyo en caso que requirieras algún cuidado posterior.
4. Ahorros
Ok, ya tienes el fondo de emergencia y es para una emergencia pero… No está de más ahorrar siempre para no tener la necesidad de usar el fondo de emergencia. Recuerda siempre tener un plan B y esto aplica en todo, incluso en tus finanzas.
5. Invierte en el futuro
Es triste y asusta pero mejor tocar el tema, hay unas cosas llamadas «Seguros médicos de gastos mayores» y otras cosas que se les conoce como «Seguros de vida» y otra un poco más rara que se llama «Seguro educativo». Somos el pilar económico de nuestra familia, somos mamás y no podemos fallar a nuestros hijos bajo ninguna circunstancia. Asegúrate de que si algo te pasara, podrás atenderte sin desfalcarte, que si fuera más grave tu familia tendrá con qué salir adelante y que además no habrá dificultades para terminar su educación. No te preocupes, hay algunos planes de seguros que si llegas a cierta edad sin haberlo usado, te dan el dinero o mejor aún, te dan una pensión vitalicia. Así que sin tabús y sin temores, busca un asesor e infórmate.
6. Teléfonos de emergencia
Suena lelo, suena trillado, puede incluso sonar tonto pero ¿tus hijos conocen los números de emergencia? ¿Saben a quien llamar si tú te pusieras mal y ellos están solos contigo?
7. Información de cajón
Siguiendo con el punto anterior ¿tus hijos saben tu nombre completo, dirección, edad? ¿Conocen su grupo sanguíneo o el tuyo? ¿Saben qué hacer en caso que tú te desmayaras? Juro que me leo y me siento ridícula de escribir esto, pueden pensar que exagero pero cuando casi me desvanezco en la calle con mi hija de 5 años mientras cruzábamos una avenida, me di cuenta que ella no sabría qué hacer y entraría en un estrés tremendo. Así que más vale pecar de precavidas y aleccionar a nuestras criaturitas sobre todos estos asuntos.
8. Botiquín casero
Eres diabética o hipertensa, si tal vez requieres inhalador a veces es importante que se lo digas a tus hijos, que les expliques pára qué sirven los medicamentos del botiquín. Que sepan usar una bandita adhesiva o una venda y que conozcan técnicas de torniquetes. Si no tienes ninguna de estas enfermedades, ¡qué maravilla! Sólo asegúrate de que sepan un poquitín de primeros auxilios y que sepa dónde lo guardas. Puedes hacer uno especial sin medicamentos para evitar travesuras, que tenga sólo banditas, vendas, agua oxigenada o alcohol por ejemplo.
9. El Temible Testamento
Es escabroso, lo se. Cuando nació mi hija y fui a registrarla, lo primero que hice, acta de nacimiento en una mano y niña en la otra, fue ir a la notaria y hacer mi testamento. Es mejor dejar todo claro y evitar problemas a quienes se quedan. Lo mejor del testamento es que puedes hacerlo una sola vez en tu vida o hacer un cambio dentro de 40 años. No es necesario estarlo renovando, te aseguro que después estarás más tranquila.
10. Piensa y planea
Somos la generación de «vive hoy como si fuera el último día de tu vida», pero por lo general no es así. Date un tiempo para cuidar de ti, para invertir en tu futuro, evitar enfermedades crónicas, cuida tu peso, cuida tu dieta, cuida tu actividad física, cuida de ti. Esto no sólo puede ayudarte a vivir más, sino que vivirás mejor.
Se que suena extremista, exagerado y descabellado, pero no olvidemos que somos mortales, que somos humanas, que somos vulnerables y frágiles. No olvidemos que nuestros pequeños dependen de nosotras y que no podemos darnos el lujo de faltar de pronto sin tener un plan de emergencia. Somos responsables de ellos y la responsabilidad aplica para todo. Espero te sirvan estos tips y de corazón espero que nunca sean necesarios.

Luisa Cecilia Rosas
Estudia la licenciatura en Biología en la Universidad Autónoma Metropolitana y realizó trabajos voluntarios en el área de fauna en el zoológico de Chapultepec, el Acuario de Veracruz y en campamento tortuguero amigos del mar A. C. Ha realizado algunos estudios sobre comportamiento y manejo de fauna silvestre en cautiverio.
En 2013 perteneció a la sociedad mexicana de fotógrafos de naturaleza donde tuvo la oportunidad de ser paisajista y comenzar poco a poco con retrato.
En 2014 empieza a aprender sobre boudoir volviéndose su único estilo fotográfico durante un tiempo, en 2015 ingresa a Fotógrafos Profesionales de la Ciudad de México donde continúa actualizándose, en 2016 se aventura a la fotografía de eventos sociales, especialmente fiestas infantiles. En 2018 trabajo para la Secretaria de Educación Pública en la Dirección General de Educación Indígena para las portadas y fotografía de interiores de los programas de estudio en lenguas indígenas de la nueva reforma educativa.
Actualmente se dedica a retrato infantil y es voluntaria en Rescate Zarigüeyal, una asociación de divulgación científica y educación ambiental en Yucatán.
2 Comments
Tatianahope
Hola, mi hijo enfermo de imprevisto y justo cuando iba a guardar un dinero en el banco se me extravió, cayó, perdió…tu post me vino como anillo al dedoooo…cuanto miedo senti no poder socorrerlo en una emergencia. Mamá precavida vale por dos!
Millie Rosas
Tatianahope qué terrible situación pasaste, de corazón espero que tu pequeño esté mejor. Sé por lo que pasaste y finalmente no pasa nada, si nunca usamos esos fondos de emergencia ya nos los gastaremos después 😉 Ánimo bonita, te mando la mejor de las vibras y un muy fuerte abrazo.
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