Lo vemos siempre, sobre todo en temporada navideña. La enorme oferta de mini sesiones fotográficas por doquier! Y no sólo en navidad! Pareciera que siempre es una buena ocasión para ofrecer este tipo de sesión… será?
He visto a una gran cantidad de fotógraf@s ofreciéndolas, y viendo como venden muchísimas sesiones, que haciendo cuentas, en teoría, les tendría que ir muy bien ¿no?
Muchos comentan que el asunto se resume a la pregunta de si quieres hacer 100 de a peso, o uno de a 100.
En realidad el tema no es como decir blanco o negro, porque depende de las características del negocio que cada quien tenga o desee tener.
Hay infinidad de artículos donde mencionan que las mini sesiones son muy dañinas para tu negocio, y tarde o temprano acabarán con él. En parte tienen razón, si los estudios que ofreces normalmente, los ofreces con una rebaja, sólo por ser el día de la madre o san Valentín, pero sigues haciendo el trabajo exactamente igual como lo harías en una sesión regular.
Por ejemplo, si en condiciones normales, tu estudio de familia (que tiene una duración de 2 horas y lo haces normalmente en un parque) lo das en un costo de $2000 pesos y por ser día de las madres sacas una promoción de una “mini sesión” de 30 mins, donde lo das en $500, agendas a tu cliente y lo citas en el parque.
Estás literalmente matando tu negocio, no importa si lo ofreces con menos fotos o menos tiempo de sesión.
El mensaje que estás mandando es: ¿Para qué pagar a precio regular algo que pueden obtener con descuento?
Haz que funcionen tus mini-sesiones!
Para que funcione hacer mini sesiones tienes que diferenciar perfectamente de una sesión regular. Esto lo logras haciéndola temática, en un solo lugar y fecha.
Con temática, me refiero no sólo al nombre de la sesión, sino también a hacer todo un set alusivo a ello, por decir, si es de San Valentín, haz un fondo con corazones o si es de Halloween, de la misma manera. ¿Por qué? Así, las personas sabrán exactamente que estas sesiones son meramente estacionales y si desean algo con más tiempo, o más personalizado, tendrán que contratarte una sesión regular donde agendes una fecha específica sólo para ellos, donde podrán obtener más productos.
Las mini sesiones deben de ser en una sola fecha, lugar y de corta duración. Por ejemplo, si las quieres hacer de Halloween podrías citarlos el 15 de octubre, de 3 a 6 pm, y dependiendo de la cantidad de personas que agendes, definir la duración, por ejemplo: 20 mins.
Con esto les estás diciendo a tus clientes que en definitiva hay una diferencia entre lo que pueden obtener con una sesión mini y una completa. Inclusive hacer minisesiones así, puede atraerte clientes nuevos que no sólo busquen un descuento.
Si ofreces tus sesiones regulares a precio de mini sesión, las personas preferirán esperar a que pongas promociones. Inclusive podrías llegar a perder clientes que en un inicio invirtieron en ti una sesión regular y mejor esperarse a contratar una mini.
Sé cauteloso(a) sobre lo que incluyes en estas mini sesiones, para que los clientes vean la diferencia real sobre lo que podrían obtener si te contratan una sesión completa. No lo des todo!
Si vas comenzando tu negocio de fotografía, o simplemente quieres atraer más clientes y construir tu base de datos, las minisesiones son una buena forma de hacerlo, sólo ten en cuenta lo siguiente:
- Haz tus minisesiones cortas (yo diría que de 15 a 20 mins, no más).
- No ofrezcas minisesiones en momentos del año en el que tengas trabajo normalmente, porque lo único que vas a hacer es saturarte, y descuidar las sesiones regulares por estar entregando minis, volviéndose totalmente incoherente la razón por la que en un principio ofreciste minisesiones.
- No tengas tantas promociones de minisesiones al año que hagas que tu cliente, esa persona ideal que te contrataría una sesión regular, mejor se espere a tu próxima promoción para contratarte.
- Una sóla fecha, tiempo y tema. No te adaptes a cada cliente. Recuerda, NO es una sesión normal.
- Limita el número de personas que fotografiarás durante las mini-sesiones. Puede ser que sólo niños de x y edad, o sólo hasta 4 personas por sesión.
- No regales extras, limítate a entregar lo que prometiste en un principio. No te emociones, recuerda que si les das todo, por qué te contratarían una sesión regular?
- Ve las mini sesiones como una oportunidad de demostrar tu trabajo a clientes potenciales. (piensa en las demostradoras de comida que ofrecen pruebas en estas grandes tiendas de membresía).
Las minisesiones se inventaron para darte a conocer y atraer clientes nuevos, obviamente al ofrecer algo a menor precio, vas a atraer todo tipo de clientes, incluyendo los que no son para ti, que sólo buscan ofertas. Lo importante es que sepas distinguir los que crees que podrían invertir más en ti.
Sorpréndelos con tu carisma y excelente servicio, antes, durante y después de la sesión… déjalos queriendo más! Seguramente, preguntarán por tus servicios. Inclusive, puedes ofrecer un bono o vale por $, para que lo inviertan contigo en una sesión regular.
Y por último pero no menos importante, dales seguimiento, arma tu base de datos y no te olvides de ellos.

Fotógrafa mexicana egresada de la Escuela Activa de Fotografía de la ciudad de Querétaro.
Poco tiempo después de graduarse realizó su primera exposición fotográfica en la ciudad de San Miguel de Allende: “Transformación del alma”.
Ha tomado diversos talleres de fotografía entre los que destacan el Taller de Fotoperiodismo que la Agencia Magnum imparte en Nueva York cada año, y el Foundation Workshop en Texas, especializado en fotografía documental de bodas.
Fué nominada a “Fotógrafa novata del año” dentro del Congreso de Fotografía: “BodaF”.
En el 2011, lanzó el sitio web de bodas: “a punto de casarse” dedicado a dar consejos útiles a todas las parejas que estuvieran organizando su gran día.
Ponente en el primer congreso de fotografía “F14” en Diciembre del 2013.
Ha participado en varias ocasiones en la organización de múltiples talleres nacionales e internacionales, así como convenciones de fotografía.
Diana ha enfocado su carrera principalmente, en el fotoperiodismo de bodas y ha impartido varios talleres, cursos y pláticas al respecto.
Le gusta pensar que su trabajo fotoperiodístico sirve un propósito.. es como dejar huella, un legado. Para ella cada día, es una oportunidad de sorprenderse.
Las bodas son su idilio. Sin embargo, la maternidad le dio un nuevo significado y sensibilidad a su trabajo y a lo que ve en cada imagen.
Actualmente vive con su esposo y sus dos hijos, sorteando la gran labor de ser mamá y fotógrafa.