Recuerdo cuando era niña, que mi mamá me decía que no debía maquillarme mucho porque los químicos del maquillaje acabarían con mi piel llenándola de arrugas prematuras, además que, cuando me quitara el maquillaje no me reconocerían, pues mi cara cambiaría mucho al utilizar sombras, rubor y labial. Realmente me lo decía para que…
